LA COMUNICACIÓN COMO BASE
Desde una lectura política,
Si no hay información abundante y fácilmente disponible, las actividades del Centro pasan por inadvertidas, “no existen”.
Cuando esta falta de información se extiende en el tiempo, y se torna una tendencia estructural, genera el estado de baja participación actual. (Basta recordar que sólo una tercera parte de los estudiantes votó en las 2 ultimas elecciones anuales de renovación de Comisión Directiva del CEFTS, no siendo así el caso para consejeros directivos donde participan dos terceras partes, nada mas ni menos que el doble de estudiantes). Sin información no pueden sostenerse, crearse, ni recrearse los lazos de pertenencia entre los estudiantes en relación al CEFTS. Si no me siento parte no “participo”, no me comprometo, no me intereso, no voto. A los ingresantes en ningún momento se los incentiva ni se les dan a conocer las posibilidades de participar, no se generan lazos, y así sin ser parte, transcurren su vida académica. El Centro de Estudiantes se transforma en un espejismo que solo se sostiene por lo instituido, por algunos que se interesan (“los del Centro de Estudiantes”), y se convierte en el “Centro del 30% de los estudiantes” con pretensión de serlo de todos. Una primera falla tiene que ver con la información.
También puede notarse una incapacidad por parte del Centro, y de las personas que lo ocuparon, para escuchar, atender y dar respuestas a los problemas, inquietudes y cuestiones que los estudiantes demandan. (¿Cuántas veces escuchamos decir “ir al centro de estudiantes es como ir a hablarle a la pared”?). Si un primer problema atañe a la información que el CEFTS pone a disposición o las formas en que lo hace; otro problema se relaciona con la comunicación Estudiantes-Centro, Centro-Estudiantes.
En cuanto a las formas de “informar” que el centro utiliza, estas son escasas, y los pocos medios utilizados no son siempre efectivos ni hay una coordinación en la difusión. Muchas veces esta es postergada, minusvalorada o simplemente dejada “para el final”.
En cuanto al “escuchar y atender” del Centro, existen pocos y distorsionantes medios. Se aposto casi exclusivamente a los delegados, no siempre siendo efectivo ya que la participación en este cuerpo no alcanza altos niveles, y los pocos que participaban no siempre supieron o cumplieron esta tarea, que es mediada por la representación. El Centro no tiene que apoyarse SÓLO en ellos, debe mejorar la formación e información con la que cuentan los delegados, y jerarquizar esta instancia.
En nuestra particularidad de Centro de Estudiantes, el contexto de la difusión está caracterizado por un emisor único y muchos y diversos receptores. Los desafíos son entonces complejos, y no aceptan medidas simples (acorralarse en Delegados era una forma simple). Partimos de cero, tenemos que crear las formas más adecuadas para llegar a los estudiantes sin pretender que “ellos vengan a nosotros”, asumiendo las responsabilidades que tenemos. Prestar particular atención no sólo al contenido del mensaje que queremos transmitir, sino a las formas de “hacer que llegue”.
Para nosotros la comunicación es una cuestión de base, porque perseguimos un objetivo más ambicioso que la mera difusión de las actividades, novedades y noticias del Centro de Estudiantes,
Advertimos también que prensa (información, comunicación) no es solo una Secretaría, es una función indelegable del CEFTS, e implica compromiso y trabajo conjunto y árduo de todos lo que han asumido responsabilidades.
Nosotros, por el lugar que nos toca, ponemos en práctica una serie de consideraciones y propuestas que en el mediano y largo plazo nos llevaran a mejorar los medios e información disponibles, a generar lazos de pertenencia y a aumentar la participación estudiantil.
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